El turismo mundial está siendo devastado por la pandemia del COVID-19 y República Dominicana, cuyas divisas dependen de forma directa en un 30% de este sector, está muy lejos de ser la excepción. Eso, si es que puede haber alguna en el achicado mundo en que vivimos.
El 20 de marzo pasado, la Organización Mundial de Turismo (OMT), emitió un comunicado dirigido a todas las regiones del mundo, para que se integren a “un Comité Mundial de Crisis para el Turismo”. Y todo será a distancia, en reuniones virtuales, pues ni para verse la cara persona a persona, existen posibilidades.
El objetivo del Comité consiste en reparar daños cuando amengüe la devastación.
Y destaca algo muy conocido en República Dominicana, sobre el cómo se entrelaza el turismo con el resto de la economía nacional, desde los servicios, la producción agropecuaria, las pequeñas y grandes tiendas, y hasta la informalidad del guía de turista en las áreas en que circulan los vacacionistas.
“Dado que a escala mundial el 80% del sector está formado por pequeñas y medianas empresas, el impacto social de la crisis irá mucho más allá del turismo y se convierte en una preocupación clave para la comunidad internacional”, declaró.
En claro contraste con la preocupación de la Organización Mundial del Turismo expresado en su página, y, por ejemplo, de la Secretaría de Turismo de México, en la página web del dominicano Ministerio de Turismo no aparecen informaciones relevantes sobre el efecto de la pandemia sobre ese sector y posibles políticas. Excepto dos notas de prensa que hacen alusión al coronavirus: “Grupo hotelero informa medidas de prevención del COVID-19”, del 15 de marzo; y “ASONAHORES pospone para el verano 2020 su feria comercialización turística DATE”, del 14 de marzo.
EN EL CASO DEL TURISMO DOMINICANO, ¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO?
Un reciente informe del Banco Popular Dominicano responde esa pregunta. Durante años muchos años consecutivos, el sector turismo ha venido creciendo a tasas de entre 3.4% a 9.1%. Entre 2015 y 2018, se estabilizó en un rango de entre 6.4% a 5.7%, para caer su tasa de crecimiento en 2019 a 0.4, como resultado la campaña de medios de comunicación estadounidense contra el destino dominicano.
Desde el 2012, su tasa de ocupación hotelera no baja de 70%, llegando a subir a 78% en 2016. Y la generación de empleo directos durante el primer semestre del 2019 llegó a ser de 324,553 personas, lo que equivale al 7.1% del generado en la economía dominicana.
Se estima que, de manera directa, el turismo genera uno de cada 13 empleos en el país, y que de manera indirecta se la agregan otros 650,000 puestos de trabajo.
Hasta el 2018, el flujo de llegada de turistas se mantuvo creciendo de forma sostenida. En 2010 llegaron 4.1 millones de turista, y en el 2018 el país alcanzó los 6.6 millones de turistas.
En 2018, República Dominicana fue el cuarto país de América Latina y el Caribe que más turistas recibió.
Es un sector que durante el 2018 recibió 884 millones en inversión extranjera directa (IED). En 2019, bajo el ataque a su reputación, se le sumaron otros 667 millones de dólares. Y según el Banco Central, el monto en IED acumulado a septiembre de 2019 ascendió a US$4,694.5 millones.
Además, de acuerdo del estudio Turismo Dominicano, un Mar de Oportunidades, realizado por la firma consultora Analytica, del 2016, el sector Hoteles, Bares y Restaurantes tiene un efecto multiplicador de 1.7 veces con respecto al directo, lo que significó para la economía dominicano durante ese año US$15,000 millones.
Joel Santos, expresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo (ASONAHORES), explica que la presencia del coronavirus en los principales países emisores de turistas hacia la República Dominicana y la presencia del virus en el destino dominicano, trae como consecuencia que los turistas prácticamente se vayan reduciendo “hasta casi no tener turistas”.
Y en ese contexto, “es de esperarse que haya varios hoteles que estén cerrando sus puertas, y que durante los próximos días de las próximas semanas ya prácticamente haya pocos hoteles operando en el país”.
Este pronóstico fue realizado el viernes pasado, y el sábado empezó a hacerse realidad.
UN DURO GOLPE A LA ECONOMÍA QUE SENTIRÁ LA GENTE
“Claramente, eso tiene un impacto muy importante para la economía”, porque no solo impacta al sector hotelero, sino al sector turístico en general.
Además, del sector hotelero, eso afecta los guías turísticos, a las tiendas en las zonas de vacacionistas, a los guías de excursiones, al Estado que deja de cobrar impuestos, al sector agropecuario que ve caer sus ventas al sector.
También afecta a trabajadores del sector informal, que Joel Santo estima en un 40% del número del número de personas vinculadas al sector turístico.
Esta situación “toma al Gobierno con muy poco margen de maniobra, observa. Y es una lección que debe ser aprendida. En un tono intermedio de interrogantes e interjecciones, declara: ¡¿Cómo es que hemos pasado tantos años de crecimiento, tantos años de desarrollo, y lamentablemente no hemos manejado los recursos bajo las formas más eficientes?!
Tras esos años de crecimiento, debería haber recursos disponibles para poder y enfrentar y paliar la pandemia, afirma.
Y menciona específicamente, la situación fiscal del Gobierno, que bajo la presente circunstancia “debería ser más manejable”.
Pero en su lugar, solo hay déficits fiscales y deudas. Y la pandemia llegó desde el otro lado del mundo.
Fuente: diariolibre.com